Descubren gen que impide que la lechuga germine cuando hace demasiado calor
El 90% de las lechugas que se comen en Estados Unidos se cultiva en California y Arizona. El valor de la producción anual de la industria lechuguera es de dos mil millones de dólares.
La mayor parte de los varietales de la lechuga florecen en primavera o al empezar el verano, una propiedad que probablemente está relacionada a su origen Mediterráneo, caracterizado por tener veranos secos, como los de Arizona y California. Desde hace mucho tiempo los científicos han observado que las lechugas no germinan si el clima es excesivamente caliente y seco, ya que eso limita su crecimiento.
Este mecanismo preventivo es un obstáculo para la producción comercial en California y Arizona, donde siembran lechugas todo el año en el Valle Imperial y en Yuma, donde la temperatura es frecuentemente mayor que 40 C en agosto y septiembre. Esta situación empeorará con el cambio climático.
Para tener una cosecha invernal, los productores irrigan la tierra con agua fría o empapan las semillas en agua fría antes de secarlas y plantarlas. Ambos métodos son caros y requieren de importantes volúmenes de agua.
Un grupo de científicos de Arcadia Biosciences, la Universidad Agrícola Acharya N. G. Ranga de la India y la Universidad de California (Davis), estudió las características genéticas de la lechuga para entender la relación entre temperatura y los mecanismos que determinan la germinación de sus semillas. Sus resultados fueron publicados en la revista The Plant Cell.
Después de crear un mapa genético, identificaron el gen que produce una hormona conocida como acido abscísico. Se sabe que sabe que inhibe la germinación de las semillas. Cuando la semilla es humedecida a temperaturas elevadas, este gen se “prende” e incrementa la producción de esta hormona en la mayor parte de las lechugas. No así en la lechuga silvestre estudiada por los científicos. En este caso, el gen no se “prendió”, la hormona no se produjo y la semilla pudo germinar.
Los investigadores introdujeron este gen a las lechugas comerciales y pudieron germinar sus semillas a temperaturas elevadas.
Este descubrimiento permitirá crear varietales de lechuga que logren germinar cuando la temperatura es elevada, lo que reducirá el uso de agua y los costos de producción de este alimento. Es posible que gracias a este trabajo sea también posible lograr que otros cultivos germinen y crezcan a temperaturas elevadas, ya que usan similares mecanismos preventivos para protegerse del calor.
Ante la amenaza del cambio climático, este descubrimiento es muy alentador.