Demanda de Diversidad Biológica contra México busca proteger a la vaquita marina

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El Centro para la Diversidad Biológica, organización con sede en Estados Unidos, presentó el lunes 16 de enero un recurso legal ante los departamentos de Interior y Comercio de ese país para que se sancione a México por la pesca ilegal de totoaba, ya que ésta ha causado la drástica disminución de la vaquita marina, de la cual quedan alrededor de 30 ejemplares en el Alto Golfo de California.

Angélica Enciso L. / La Jornada / Agencia EFE

Con esa demanda, informó, se busca una certificación de Estados Unidos sobre la pesca y comercio ilegal de totoaba en México, que viola y disminuye la efectividad de un tratado sobre vida silvestre.

El recurso fue presentado ante la Dirección de Vida Silvestre de los departamentos de Interior y Comercio de Estados Unidos. En éste se señala que las vaquitas marinas se están muriendo y el gobierno mexicano está ignorando ociosamente esa tragedia.

Sarah Uhlemann, directora del programa internacional de dicho centro, sostuvo: La vaquita está a punto de desaparecer, así que el tiempo de diplomacia ha terminado. Se requieren medidas más agresivas para obligar a que el gobierno mexicano ponga acciones en marcha.

Dicho animal es la marsopa más pequeña del mundo y existe sólo en el norte del golfo de California. Muere al quedar atrapada en las redes de pesca, sobre todo en las de enmalle, usadas ilegalmente para atrapar totoaba, cuya pesca también está prohibida y es muy codiciada por su vejiga natatoria o buche, que es utilizado en China para hacer una sopa que, se cree, tiene efectos afrodisiacos y mejora la piel.

Vaquitas marinas muertas luego de ser atrapadas en redes agalleras que capturan, entre otras especies, totoaba (Facebook).

En 2016 expertos informaron que quedaban alrededor de 30 vaquitas marinas y que la especie podría desaparecer en dos años, a pesar de que la pesca está prohibida en la zona de residencia de ésta. Sin embargo, pese a que hay más vigilancia sigue la pesca ilegal de totoaba.

La organización indicó que las autoridades mexicanas planean capturar a las vaquitas restantes para retenerlas temporalmente, hasta que se termine con toda la pesca con redes de enmalle en el alto golfo.

Explicó que bajo la Enmienda Pelly, los secretarios de Interior y Comercio de ese país deben certificar a cualquier nación que disminuya la efectividad de un tratado de vida silvestre. Tanto la totoaba como la vaquita marina están protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de 1973, que prohíbe el comercio internacional de ambas especies.

Agregó que en 2014 el centro solicitó al gobierno de Estados Unidos certificar a México por violar ese tratado, debido al comercio ilegal de totoaba, lo cual disminuye la efectividad para proteger a ese pez y a la vaquita marina.

Fundamental terminar con la pesca ilegal de totoaba para conservar a la Vaquita: WWF

El año pasado el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) llamó a detener la pesca ilegal del pez totoaba, responsable de la reducción de ejemplares de la vaquita marina en el Golfo de California.

Totoabas en espera de que les retiren el buche para comercializarlo internacionalmente (WWF).

“Si no detenemos la demanda de totoaba”, cuya vejiga nataroria (buche) es consumida en China, “será muy difícil salvar a la vaquita marina”, el mamífero marino más amenazado del planeta, dijo el director de WWF México, Omar Vidal.

A pesar de que están prohibidas, los pescadores utilizan las redes agalleras o de emalle para atrapar totoabas y, de paso, capturan a la vaquita marina, una especie de la cual solo quedaban 60 ejemplares al cierre de 2015, según el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (Cirva).

Dicha pesca es motivada por la elevada demanda del buche de totoaba en China, que a su vez ha generado un mercado negro que implica a ese país asiático, a México y a Estados Unidos.

Vidal indicó que organizaciones como Greenpeace han denunciado la venta del buche en mercados y restaurantes de regiones chinas como Hong Kong y Guangdong, donde es considerado un alimento de lujo.

Por ello, WWF pidió el cierre de pesquerías en la región, una decisión que si bien consideró “drástica” por sus implicaciones económicas y sociales, “vale la pena” no solo para proteger a la vaquita, sino los medios de vida de los pescadores a largo plazo.

Totoaba recién capturada en una red agallera (Facebook).

Sobre la recuperación de la vaquita marina, dijo que se trata de una labor a largo plazo. Según Cirva, entre 2016 y 2050 la población puede aumentar a 250 ejemplares siempre y cuando no siga siendo atrapada incidentalmente.

WWF estimó que si la población pasó de 97 ejemplares en 2014 a 60 en 2015, es decir, una reducción del 40 % en un año, “probablemente” de diciembre a mayo de 2016 descendió un 20 % más.

Recordó que en los últimos años las autoridades mexicanas aumentaron “significativamente” los esfuerzos para detener la pesca ilegal y descontrolada de totoaba, también en peligro de extinción y principal causa de muerte de las vaquitas.

En abril de 2016, el presidente Enrique Peña Nieto anunció un plan de protección de este mamífero marino, que incluyó la prohibición de las redes agalleras por dos años y una compensación económica para las comunidades pesqueras afectadas.

Será “un pago justo por dejar de pescar y utilizar artes de pesca que no atenten contra la vaquita marina”, dijo entonces el mandatario, quien también anunció el reforzamiento de la vigilancia en la región y el fomento de formas de pesca sustentables, unas medidas que no se han llevado a la realidad.

La vaquita marina (Phocoena sinus) es endémica de la parte más septentrional del Golfo de California y el cetáceo más pequeño que existe en el planeta.


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