De prófugos y ladrones: Inversiones peligrosas
Ahora resulta que el ex mandatario César Duarte no puede ser detenido, debe esperarse una resolución de visa permanente en Estados Unidos. pues según informó el gobernador Javier Corral, Duarte aplicó para inversionista en el vecino país, condición por la cual sólo puede ser increpado legalmente en algún cruce fronterizo por la INTERPOL y hacer válida la ficha roja.
José Luis Treviño Flores* / A los 4 Vientos
Los atajos legales son extraordinarios, pero las leyes estadounidenses son muy estrictas respecto al otorgamiento o no, de una visa en cualquier modalidad. Aún cuando una solicitud de visa de inversionista haya sido previa a una orden de aprehensión con ficha roja en la INTERPOL, se pone en duda la procedencia del dinero a invertir por la sola emisión de la orden.
Habrá que solicitar a las autoridades de ambos países que pongan en claro no sólo la cantidad de dinero ofrecido para la solicitud de la visa, sino a qué intereses superiores beneficia el capital comprometido por Duarte Jáquez, mismo que se encuentra en calidad de peculado.
No sabemos el porqué de tantas consideraciones a un prófugo de la justicia, tampoco podemos especular mucho, pero ante las diferentes instancias y con una orden de aprehensión con carácter internacional, debiera ser suficiente para vetar cualquier intención de residencia con dinero de origen dudoso.
Una de las aristas más sentidas del pueblo de Chihuahua es precisamente la presentación ante los tribunales competentes a quién defraudó la confianza de sus votantes y no sólo se trata de ver tras las rejas a un ex funcionario público, no se pretende un morboso y amarillista seguimiento de los hechos, tampoco de una catarsis mediática y que con expectación esperemos al próximo gobernante y a ver cuánto se roba.
La metástasis corrupta que alcanza todos los niveles sociales, no se detiene y contamina a las nuevas generaciones que observan sin asombro conductas aberrantes sin medir el impacto en su vida futura y las oportunidades de crecimiento ya truncadas en todos los ámbitos, económico, sociocultural y político, por la enorme deuda pública contraída para mantener funcionando la maquinaria de la administración gubernamental.

Carlos Hank y la “sombra” que protege los intereses de su grupo político y a su familia (Foto: Terra)
Los ingresos, producto de nuestros impuestos, se miden en miles de millones de pesos que sin transparencia y por la complicidad entre los diferentes funcionarios que ostentan su manejo, declaran lo que acuerdan a los ciudadanos, desviando una enorme cantidad a proyectos personales para enriquecer a sus familias. Es una práctica tan cotidiana e histórica en la clase política que hasta una frase acuñada por Carlos Hank González la valida: “Un político pobre, es un pobre político”.
Con cinismo y valemadrismo nos observan cual ignorantes entes proveedores de sus costosos estilos de vida. Por éstas conductas nuestro país no ha crecido en casi ningún rubro que determinaría la autosuficiencia tecnológica, agraria, deportiva, educativa, cultural, científica y humana; también perecen día con día incontables proyectos, fruto de la inteligencia y creatividad de sus ciudadanos, por la obtusa, ambiciosa y criminal postura de los gobernantes.
Al contrario, crece la delincuencia, el narcotráfico, los asesinatos y las desapariciones, nuestros niños y adolescentes no tienen más modelos a seguir, víctimas en la completa indefensión.
Reeducar a los ciudadanos y sacudirse decenas de años observándose como actores de un escenario ajeno al de los funcionarios elegidos por ellos mismos, no es tarea sencilla. No basta votar, el ejercicio de una democracia no se agota con acudir a las urnas, es dañino seguir pensando que una vez electos, toda la responsabilidad y decisiones corresponde a los funcionarios.
La cultura de la legalidad se percibe como una utopía que se persigue como a la democracia, así que César Duarte lo sabe y sabe muy bien que en México, si Carlos Salinas de Gortari volvió de su auto exilio y sólo recibió algunos vituperios y ahora se pasea sin correa alguna y con la autoridad del máximo corruptor, él también quiere gozar del privilegio que la estructura de poder otorga. Miedo, mucho miedo generaron a lo largo de sus mandatos, muchas muertes, al igual que Calderón.
No olvidemos tampoco que periodistas e investigadores han perdido la vida en busca de la verdad para sacar a la luz los excesos obscenos, las complicidades y acuerdos tanto económicos como territoriales que invariablemente terminan en el despojo directo a nuestras familias.
Honrar la memoria de la periodista Miroslava Breach y de muchos otros que aún con miedo siguieron cumpliendo el deber profesional de investigar e escribir la verdad, nos obliga como ciudadanos a que, al menos, no permitamos que lleguen al poder más personajes oscuros conocidos por todos y que con sus vínculos, por décadas, han ostentado puestos públicos al servicio de intereses más oscuros aún.

Dicen en Chihuahua que la periodista Miroslava Breach fue quien puso en jaque a César Duarte porque denunció en el diario La Jornada sus malos actos de gobierno (Foto: Vivir en Guerrero).
Entendamos que reformar no es lo mismo que revolucionar, los pueblos que han logrado sacudirse a los parásitos sociales comprendieron cuán importante es hacer efectiva la fuerza de su participación y sin temor, hacer consciente de que ningún aparato gubernamental puede contener la voluntad ciudadana. No obstante, aclarar que una marcha romántica no es suficiente, ni un discurso o arenga incendiaria. Reeducar los procesos comunitarios no es tarea fácil, sacarlas del control de los caciques al servicio de los contemporáneos señores feudales arraigados en la psique colectiva significa una completa ruptura de paradigmas socioculturales.
Entonces, podemos observar con la prudente distancia a César Duarte y sin el aura mediática, los cientos de millones sustraídos al erario, sus relaciones peligrosas e intimidantes, no es mejor que nosotros en ningún sentido, es un simple delincuente de cuello blanco sin gracia y sin personalidad, de discurso electorero y de mal gusto.
Así son la mayoría de los políticos que nos mantienen en la ignominia y en la injusticia, lo peor, es que nosotros los pusimos ahí la mayoría de las veces, otras, han tomado a la fuerza sus puestos o se los han comprado para sustentar políticas que beneficien a empresas o grupos delincuenciales.
Otros se piensan tocados por alguna divinidad personal y viven en su propio mundo rosa, convencidos de que todas sus acciones son correctas, como Enrique Peña.
Del Mazo, Josefina Vázquez, Eruviel, Nuño, Videgaray, Osorio, todos y cada uno más los que puedan ustedes recordar, se dedican a lo mismo: vivir a costa de nosotros. Ni siquiera son buenos ocultando sus vicios de poder, son obvios, predecibles y hasta ridículos.
Observémoslos bien, como si viéramos al vecino que a diario pone su basura en tu bote porque no es capaz de comprar el suyo, personas, simples y ordinarias, sin más gracia que robar.
Mi madre decía, cuando alguien no era productivo o estorbaba: “Tengo esa maceta, y esa maceta sirve más que tú, detiene la puerta, adorna y me da oxígeno, y tu nada más sabes convertir oxígeno en bióxido”.
Reitero también una frase que en otra ocasión mencioné:
“No hay espectáculo más triste que el de un pueblo que por temor, soporta un gobierno detestable”: André Maurois
* José Luis Treviño Flores, Coordinador Académico en el subsistema de secundarias.