DANZAR HASTA QUE LLUEVA: Sacan del sarcófago a Felipe Cuamea en la UABC

Comparte en redes sociales

A última hora el rector Juan Manuel Ocegueda sacó del sarcófago político a Felipe Cuamea.

Daniel Solorio Ramírez/ A los 4 Vientos

1) Cuamea, el resucitado.

En la sesión de Consejo Universitario de 1º de diciembre el rector Juan Manuel Ocegueda midió sus fuerzas con Alejandro Mungaray. Primero arrojó al bote de la basura a José Guadalupe Osuna Millán; luego sacó de su sarcófago a Felipe Cuamea y así, recién resucitado, aun tambaleante, “lo metió” ( perdón por el barbarismo) a la Junta de Gobierno.

lazaro-levantate

Lázaro, levántante y anda…

2) El que nunca fue rector.

Juan Manuel Ocegueda está aprendiendo a hacer política tras bambalinas, muy poco limpia. La considera necesaria. Sabe que Cuamea jamás perdonará que Alejandro Mungaray le haya impedido ser un rector legítimo. Que por cuatro ignominiosos años le mantuvo reducido a una pura Autoridad de Facto y quiere venganza. Por eso el rector lo “metió de cuña” contra los mungarayistas que dominan la Junta de Gobierno.

A nuestro cacique no le gustó esta maniobra de quien también considera un subordinado suyo, lo fueron Gabriel Estrella y Felipe Cuamea. Pero a éste le considera un desagradecido porque sin él, jamás habría sido ni siquiera Autoridad de Facto. Y en eso no le falta razón a Mungaray, pero el rector Ocegueda, al parecer no quiere repetir esa historia y logró ganarle una. No dejó entrar a Osuna Millán a la Junta de Gobierno y en lugar de éste puso a uno que ya no quiere a Mungaray.

3) Otra vez se habló bien de Cuamea.

Natanel Ramírez Angulo, director de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales de la UABC-campus Tijuana, obedeció órdenes (no escritas) del rector Ocegueda y con disciplina casi militar, el consejero director dio marcha atrás: archivó a Osuna Millán y sin pudor alguno postuló a Felipe Cuamea. Sí, el mismo a quien hace seis años Mungaray le “taloneó” ( esa es la palabra) un apócrifo nombramiento de rector. El mismo acusado de plagiario académico. El que se envolvió en el manto de la autonomía, pero sólo para defender sus desvíos de dinero de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) a la Bolsa de Valores. El mismo que el resto de su cuatrienio dejó su “autonomía” en los apapachadores brazos de Mungaray.

Pero bueno, aun así, espoleado por obedientes directores que lanzaron ditirambos y florilegios de todo jaez a Felipe Cuamea, el desinformado Consejo Universitario votó alegremente y Felipe Cuamea entró a la caja negra de UABC.

4) La legalidad aplicable.

Al bisoño Consejo Universitario, una vez más, no le importó que el artículo 55 fracción I del Estatuto General exije que antes de votar cualquier “nombramiento honorífico”, su Comisión de Honor y Justicia le rinda un dictamen sobre la idoneidad de los candidatos y los artículos 20 de la Ley Orgánica y 32 del Estatuto General dicen: “El cargo de miembro de la Junta de Gobierno será honorífico”. El consejero José Moreno Mena, del Instituto de Investigaciones Sociales llamó la atención de sus pares consejeros sobre esta violación procedimental y de fondo, pero sus palabras se fueron con el viento.

En el Consejo solo tiene eco lo que quiere el rector. Y punto.

momias-del-mundo

5) Votando en la ilegalidad a gente poderosa.

Durante once años estos elegantes personajes ejercen un poder mayúsculo: votan a los directores y al rector de la UABC. Nada más y nada menos. No reciben sueldo directo, pero sí múltiples canonjías. Por eso deben ser previamente investigados e interrogados al menos por la Comisión de Honor y Justicia, y ésta, con toda esa información, rendir el dictamen que prevé el artículo 55 fracción I del Estatuto General:

“… Conocer, estudiar y dictaminar sobre las propuestas para otorgar grados y nombramientos honoríficos…”

El presidente de la República manda al Senado sus propuestas para la Suprema Corte de Justicia. El senado los investiga, los interroga, “los  cala” y sólo después los vota. En UABC, en cambio, el Consejo Universitario vota a ciegas. Juan Manuel Ocegueda seguirá fomentando esa indeseable tradición. Pero de Mungaray ya no se deja.


DANIEL SOLORIO RAMIREZDaniel Solorio Ramírez. Maestro en Derecho Público. Ex Magistrado Presidente de la Segunda Sala del Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Baja California. Profesor de la UABC.


Comparte en redes sociales