Cumple Provino su palabra: cancela primer evento de la vendimia en BC
El tema sigue siendo el vino mexicano o más bien qué pasará con el vino mexicano si no se resuelve el tema del reglamento de uso de suelo para el Valle de Guadalupe.
Carlos Valenzuela* / Vinísfera
La más reciente actualización por parte de los productores y el organismo que más de ellos agrupa –Provino–, confirma lo anunciado en diciembre pasado: Si no se echa marcha atrás a la publicación del reglamento, se cancelarán las fiestas de la vendimia 2014.
Provino ha seguido fiel a su palabra y anunció el viernes 17 de enero la cancelación del primer evento del año: el Baile de Máscaras, evento que además se organiza en conjunto con el Ayuntamiento de Ensenada.
Esta decisión nos habla por un lado del compromiso de los productores hacia la causa, además de su unión como gremio, cosa que sinceramente me agrada.
Lejos de las diferencias en estilos de vinificación, escuelas de pensamiento, técnicas de manejo de viñedo, prácticas comerciales, etc., hay una actividad y –quiero pensar– una inquietud profunda por mejorar ‘las cosas’ a través del vino.
Bravo por los productores que se han agremiado y han establecido un frente común ante lo que claramente podría dañar su trabajo. Yo creo que están agrupados para defender mucho más que eso.
El Baile es un evento lúdico, entretenido que quizás para muchos no sea de gran trascendencia en la promoción del vino nacional.
¿Y el festival de las conchas? ¿Y la fiesta de la vendimia? En estos eventos además del debido festejo hay trabajo, discusión, exposición de la situación actual del vino ante importantes actores del mercado nacional.
Los eventos en general que organiza Provino tienen que ver con más que la promoción del vino, tienen que ver con un gran intercambio que sin lugar a dudas es uno de los grandes catalizadores de la gastronomía en México. Cada año, todos los años.
Creo que así como el Valle es de todos y se tiene que reglamentar para proteger su vocación, así también los eventos que inició Provino ahora son de todos, y debemos pensar bien en las consecuencias –más las conceptuales que las económicas– que implicaría su cancelación.
Por lo pronto la cancelación de este primer evento pone en claro que Provino cumplirá su palabra, esperemos que el Ayuntamiento también lo haga porque el gran perdedor será la gastronomía de México.