Cuentos e historias para la ternura: El hombre que cuenta
Hoy se celebra en todo el mundo el Día de la Narración Oral. Esta cultura de contar nuestras historias cotidianas, individuales o colectivas, nuestras cosmovisiones heredadas por nuestros antiguos, por los más viejos entre los más viejos e nuestros viejos, cosmovisiones, historias, cuentos, leyendas que nos dan identidad, recuerdos, emociones entre las cuales encontramos las tristezas, las alegrías, los amores y los desamores.
Cuauhtémoc Rivera Godínez/ A los Cuatro Vientos
Una vez una contadora de cuentos me enseñó que contar un cuento es un acto de amor. Esa enseñanza la tengo presente en todo momento de mi vida. Sirva este día no solo para recordar aquellos abuelos que contaron hace cientos de años las peregrinaciones olmecas y aztecas, los orígenes de los pueblos mixtecos y zapotecos, la creación del mundo por los siete primeros dioses; nuestros viejos narradores que guardaron en sus corazones aquello que no pudo desaparecer el invasor. Y también para recordar a nuestras abuelas y abuelos, madres y padres, tíos y tías que nos contaron alguna vez nuestras historias familiares.
Sea pues, un día para recordar que la palabra de nuestros pueblos originarios vale, y mucho, cuenta, y cuenta enormidades. Un día para recordar que la palabra empeñada se respeta y la palabra contada desde el corazón, es una palabra de amor. Con inmenso amor y respeto para todas y todos ustedes va esta historia del gran narrador de cuentos Nicolás Buenaventura.
Y que la palabra nos acompañe para saber escuchar y para conmover y conmovernos.
El hombre que cuenta
(inspirado en una leyenda de origen persa)
Nicolás Buenaventura
Allá, donde la Tierra termina, hay un hombre sentado frente al Mar.
El hombre habla. Le cuenta al Mar el origen del mundo, el nacimiento de las aguas, la aparición de la tierra y el crecimiento de las montañas.
Le dice el nombre de cada árbol, de cada pájaro, de cada pez.
Le cuenta la historia de la primera mujer y del primer hombre. La historia del primer amor.
La historia del primer nacimiento y aquella de la primera muerte.
Todo se lo cuenta. Y cuando no puede contarle otra cosa, le cuenta que está contando.
Y si no puede contar que está contando; inventa otros orígenes, otros mundos, cuenta cuentos nunca oídos, cuentos que nunca más se volverán a escuchar.
No se calla. Siempre hay algo que contar.
El viento y las olas acompañan sus relatos. El río le da de beber. Los pájaros, los peces, los cangrejos y los caracoles lo alimentan.
A fuerza de verlo ahí, sentado, hablando sólo, sin que nadie le responda, algunos han terminado por creer que está loco y lo han abandonado. Otros le traen, de vez en cuando, una que otra historia. Y hay quienes lo acompañan y se sientan a escucharlo. A pesar de los primeros, con los segundos y para los terceros, el hombre sigue contando.
El Mar es niño, un niño inquieto y fuerte que no deja de crecer. Las palabras del hombre lo calman, hacen que se hamaque en sus olas, que suba y baje en regulares mareas, que se arrulle con su murmullo constante.
Cuando el hombre se detiene a comer, a beber, a dormir, cuando se cansa de estar sentado y camina un poco; se desencadenan las tempestades, los huracanes, los tifones y las grandes marejadas. Se enfurecen las aguas del mundo y devoran los barcos y devoran los puertos.
Con sus palabras, con sus historias, el hombre calma al Mar. Él no lo sabe. Si alguien le pregunta por qué cuenta, no sabrá responder. Solo sabe que debe contar, que nació para contar.
Si un día el hombre decide no hablar más, si sus palabras se agotan, si se le acaban las historias, si los hombres y las mujeres lo abandonan, si lo abandona el río, si lo abandonan los pájaros, los peces, los cangrejos y los caracoles, si el Mar crece y se olvida de ser niño, si decide no escucharlo más, se desencadenará la fuerza contenida en los elementos y el mundo que conocemos desaparecerá.
*Licenciado en Sociología con estudios en maestría (Facultad de Ciencia Políticas y Sociales de la UNAM). Director del Centro de Estudios de la sociedad mexicana “José María Rivera Álvarez”. Consultor en Desarrollo Político y Social. Analista político, escritor, cronista, fotógrafo y promotor cultural. Narrador Oral y recolector de historias, cuentos y cosmovisiones. Director de IMAGINA, Compañía de Historias, Cuentos, Música y Canto. México – Cuba.