CRÓNICA NATURAL: Bosques de Cipreses de Tecate se renuevan después de un gran incendio
El Ciprés de Tecate, también conocido como Cedro de Baja California y cuyo nombre científico es Hesperocyparis forbessi, (antes de 2012 se le conocía como Cupressus forbessi), es una especie rara que forma pequeños bosques aislados que son considerados relictos sobrevivientes de una época más fría y húmeda de lo que es hoy.

La prodigiosa renovación del bosque de Ciprés de Tecate tras el incendio de octubre del 2019 en la serranía norte del valle de Guadalupe, Ensenada (Todas las fotos son del autor).
Arnulfo Estrada Ramírez* / 4 Vientos / Foto principal: Bosque de Ciprés de Tecate (Gloria Cisneros)
Es nativa del Sur de California y principalmente en Norte de Baja California, en donde se le puede encontrar formando poblaciones aisladas en laderas y crestas montañosas en los alrededores de Ensenada, Tecate, San Vicente, Valle de Guadalupe y al este de Tijuana.

Nuevo ejemplar de Ciprés de Tecate, el 19 de septiembre del 2020.
EL FUEGO QUE LES DA LA VIDA, TAMBIÉN SE LA QUITA
El ciprés de Tecate depende del fuego para su reproducción. Cuando ocurre un incendio que afecta a los árboles con semillas que requirieron de más de veinte años para madurar, sus pequeños conos se abren y liberan las semillas para dar paso a una nueva generación de árboles; incluso si los árboles madre se queman, la próxima generación está allí, lista para ocupar su lugar.
Al menos así ha sucedido históricamente. Pero mucho ha cambiado en las últimas décadas y la supervivencia de estas poblaciones aisladas de Cipreses de Tecate está en peligro.
Los incendios que alguna vez dieron vida ahora se la están quitando, ya que son actualmente tan frecuentes que no les dan tiempo a que las semillas maduren, y cuando esto llega a ocurrir el bosque desaparece por completo.

Una parte del bosque siniestrado y el valle de Guadalupe al fondo.
UNA BUENA NOTICIA
Hace poco más de un año, en este mismo medio publiqué un artículo en el daba cuenta de un gran incendio ocurrido el 26 de octubre de 2019 entre Tijuana y Ensenada.
El siniestro quemó por completo grandes extensiones de pasto, vegetación arbustiva y algunos pequeños bosques de Ciprés de Tecate que se encuentran en la parte oeste del Valle de Guadalupe.
A esos mismos bosques ya los había visitado y fotografiado desde el 2017, casi tres años antes de que ocurriera el devastador incendio, por lo que decidí darles seguimiento a fin de documentar su recuperación.

Ciprés de Tecate antes de un incendio (imagen de septiembre 17 de 2017).
Cronológicamente, las visitas fueron en las fechas siguientes:
Primera visita.
El 17 de septiembre del 2017 se visitaron dos manchas arboladas hasta donde la cerrada vegetación me lo permitió. Desde esa altura es posible ver el poblado de La Misión y la playa, cuando se trata de un día bien despejado. Se tomaron fotografías.

El bosque, después del siniestro.
Segunda visita.
Se hizo el 1 de noviembre del 2019, justo seis días después del incendio que devastó los bosques. Se tomaron fotografías de las zonas quemadas y de los conos del ciprés con las semillas maduras en su interior antes de ser liberadas al suelo, debido a que todavía no se abrían por completo los conos.

Conos que ya liberaron su semilla tras el incendio.
Tercera visita.
El 17 de enero del 2020, se pudo constatar que los conos ya estaban completamente abiertos y habían liberado y dispersado al suelo todas sus semillas. Se tomaros algunas notas y fotografías. Para ese tiempo, ya se habían presentado las primeras lluvias de la temporada, pero las semillas aún no habían germinado. Aparentemente, las semillas cayeron al suelo después de ese periodo de lluvias.

Las semillas, ya liberadas por los conos, se dispersaron por el fértil suelo.

La muerte de uno da origen a otro (imagen del 13 de diciembre del 2020).
Cuarta visita.
Ocho meses después, el 19 de septiembre del 2020, fue muy grato encontrar los arbolitos ya nacidos con alturas variadas que estuvieron entre el rango 5 a 15 centímetros. Algunos de ellos, nacieron a varios metros del árbol madre, desde donde es probable que el viento haya actuado como dispersor de las semillas.
Quinta visita.
Es la más reciente ya que se llevó a cabo el pasado 13 de diciembre del 2020. Esta visita se extendió hasta el bosque que se encuentra en la parte más alta del cerro, donde están los ejemplares quemados más longevos y de mayor tamaño. En toda el área revisada se encontraron arbolitos que van desde unos cuantos centímetros hasta poco más de 30 centímetros de alto. Se tomaron varias fotografías.

Ejemplares recientes en pleno crecimiento.
¿CUAL SERÁ EL FUTURO DE LA NUEVA GENERACIÓN DE CIPRESES?
Ante el cambio climático, que ya es una realidad, estos pequeños relictos de cipreses están en grave riesgo de perderse si no se toman medidas para su protección, pues ya sabemos que el cambio climático viene acompañado de más sequías en la región, y como consecuencia los incendios son cada vez más frecuentes y destructivos.
Irónicamente, el fuego que acaba de dar vida a una nueva generación de cipreses, también se la puede quitar definitivamente en los próximos años.

El 26 de octubre del año pasado, este incendio devastó el singular bosque. Otra conflagración antes de 30 años, sin duda lo acabaría por completo.
*Arnulfo Estrada Ramírez es Oceanólogo por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC); fue integrante de la Estación de Oceanografía de la Secretaría de Marina-Armada de México en Ensenada; investigador, traductor y rescatista de la lengua nativa kiliwa; colaborador de 4 Vientos y Cronista Oficial de Ensenada. Correo electrónico: arnulfoestrada54@gmail.com
Ensenada, B.C., México, 28 de diciembre del 2020