Cáncer, el gran desafío

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La Habana. El cáncer ha existido siempre y en todas partes del mundo. Momias peruanas y diferentes huesos fosilizados en África, que datan de hace 5 mil a 6 mil años, muestran huellas de la afección.

Vivian Collazo Montano / Prensa Latina

Alrededor del año 3500 (antes de Cristo) en rollos de papiros egipcios se relacionaban determinados tipos de tumores. En otros momentos de la historia de la humanidad se describe también la enfermedad. Sus causas y relación con el medio ambiente y la genética también fueron establecidas en épocas tempranas, sin embargo, no resulta fácil registrar con exactitud y de forma oportuna la relación causa-efecto, es decir, los factores potenciales cancerígenos externos y la aparición cada vez más frecuente de un determinado tipo de neoplasia.

Estas son algunas consideraciones que recoge el primer capítulo del libro Cáncer, el gran desafío, del doctor Franco Carvalli, profesor de oncología clínica de la Universidad de Berna, Suiza. En el volumen, de 157 páginas, el autor hace una reseña histórica de la enfermedad, y explica además, en que consiste, como prevenirla y combatirla, la lentitud de la investigación terapéutica, algunos de los tipos de tumores más frecuentes e importantes, situación actual y problemas por resolver.

Estamos ganando científicamente la guerra contra el cáncer, pero la perderemos muy probablemente de forma global, si no se realizan pronto cambios radicales y a escala mundial en la asignación de los recursos disponibles, expresó Carvalli, al presentar en La Habana la versión del texto en idioma español.

Los tumores malignos son un gran desafío científico y social, un fenómeno biológico muy complejo que evidencia las determinantes sociales y el éxito o fracaso de las intervenciones humanas sobre las más de 200 entidades que engloba este concepto, aseguró el experto a Prensa Latina.

CancerlLas causas de su aparición y desarrollo son muy amplias, pero las infecciones virales y la occidentalización del modelo de vida en países subdesarrollados están transformando la localización de los tumores que eran típicos de sociedades  industrializadas como mama, próstata, pulmón, también ahora en las más pobres.

El consumo incontrolado de tabaco, la propagación cada vez más rápida de infecciones, los cambios en la conducta alimentaria, son muy peligrosos, y tienen un efecto cancerígeno mayor, sin excluir las causas genéticas que participan en esto.

Consideró importante individualizar cada uno de los tipos de cáncer, pues mientras en unos la ciencia avanzó mucho en los últimos 30 años, en otros como el de páncreas no hubo ningún progreso y se debe trabajar también en reducir la pobreza y cambiar los estilos de vida.

Cavalli resaltó el sistema de salud cubano y las investigaciones que se realizan en instituciones del polo científico de la isla, en especial las relacionadas con  tumores malignos, avaladas además por la Organización Mundial de la Salud.

Cuba marcha a la vanguardia en los estudios de anticuerpos monoclonales y vacunas contra el cáncer, dijo, de las cuales se realizan ensayos clínicos en varios países con gran rigor. Aun cuando todavía las vacunas no suponen una terapia de excelencia para este problema de salud, son una medida muy importante en la estrategia de transformar la dolencia en una patología crónica y se necesita tiempo para ello, ratificó.

Datos recogidos en el libro aseguran que a principios de este milenio, se diagnosticaban 11 millones de nuevos casos de cáncer por año, cifra que se duplicará hacia 2030 por el crecimiento demográfico y envejecimiento de la población.


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