Canadá despenaliza la muerte asistida
Consiste en que un paciente se autoadministra un medicamento letal recetado por un doctor para poner fin a su vida.
Ya es legal en Canadá, país que se suma a Suiza en permitir como nación esta práctica.
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La Suprema Corte canadiense derogó el 6 de febrero la prohibición al suicidio asistido por médicos, pero sugirió que dicha práctica esté disponible sólo en casos en los que adultos capaces sufran de una enfermedad incurable.
Sin embargo, la decisión fue puesta en suspenso durante un año para permitir a los legisladores elaborar nuevas normas en torno al polémico tema.
Por unanimidad, los nueve jueces del mayor tribunal de Canadá estimaron que los artículos del Código Penal que prohíben el suicidio asistido violan la Carta de Derechos y Libertades.
El desafío a la legislación previa fue presentado por las familias de dos mujeres de la provincia occidental de British Columbia y fue apoyado por grupos defensores de las libertades civiles.
Una de las mujeres, Gloria Taylor, murió de una infección tras padecer una enfermedad neurodegenerativa.
La otra, Kay Carter, viajó a Suiza, donde le fue permitida la práctica del suicidio asistido por un doctor. Antes de morir, la mujer de 89 años dijo sentirse aterrada de “morir pulgada a pulgada”.
La decisión del tribunal revoca una sentencia de 1993 en el caso de Sue Rodríguez, una pionera en la lucha por el derecho a morir en Canadá.
En una lucha similar también estuvo Brittany Maynard, quien hizo pública su decisión de terminar con su vida por padecer un cáncer terminal en el cerebro. Ella comenzó una campaña para impulsar las leyes de muerte digna en Estados Unidos.
Tras su muerte en noviembre de 2014, un grupo de legisladores de California presentó durante enero de este año un nuevo intento por legalizar el suicidio asistido en ese estado, en compañía de la familia de Maynard.
La propuesta es similar a la que existe en Oregon que permite a una persona con una enfermedad terminal y una prognosis de muerte en un plazo de seis meses, pedir una medicación eutanásica.
El paciente debe ser capaz de tomar la medicación, no administrada por los médicos, y estar en pleno uso de sus facultades.
Por ahora se desconoce si en Canadá el gobierno federal modificará su ley antes de las próximas elecciones legislativas de octubre.
– “Vamos a tomarnos el tiempo de examinar a profundidad esta decisión tan importante”: Peter MacKay, ministro de Justicia canadiense.
El 85 por ciento de los canadienses está de acuerdo con la asistencia médica para morir, según un sondeo reciente del instituto Ipsos.