Ante crisis hídrica, acuerdan en EU reducir consumo de agua del Río Colorado: en México, ni se inmutan

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Tres de los siete estados de la Unión Americana que se abastecen del agua del Río Colorado en su cuenca inferior, acordaron esta semana reducir tres mil 700 metros cúbicos de consumo del agua del río hasta 2026, con el objetivo de proteger a las personas que dependen del recurso hídrico, una medida y objetivo impensable para el gobierno mexicano.

 

4 Vientos / Reuters / AP / France 24

Foto destacada: “Con los dos embalses principales, los dos más grandes del país, cerca de lo que se conoce como ‘pozo muerto’, no se puede sacar más agua”, explicó Felicia Marcus, investigadora del agua de la Universidad de Stanford. En la imagen del CILA, el lago Mead, una de esas dos presas, en marzo de este año.

 

Ensenada, B.C., Ensenada, sábado 27 de mayo 2023.- La medida sin precedente de colaboración entre los estados de Arizona, California y Nevada, que tardó un año en pactarse, “es solo un recurso provisional para los próximos años a fin de ganar tiempo para que haya una reevaluación más reflexiva de la forma en la que manejamos el río”, apuntó Felicia Marcus, investigadora del agua de la Universidad de Stanford al darse a conocer el acuerdo en Sacramento, California.

El pacto se sumó a otra medida urgente para paliar temporalmente la crisis hídrica provocada por la peor sequía en la cuenca del Colorado en los últimos mil 200 años, y el cambio climático que provocó una reducción de su caudal del 20 por ciento en las dos últimas décadas.

Desde el pasado 3 de mayo, en Mexicali, Baja California, se empezó a recibir por el Río Colorado un flujo de 60 litros por segundo de agua proveniente de la presa Painted Rock, sobre el Río Gila, para uso agrícola y residencial.

El abasto se prolongará hasta mediados o fines del mes de junio, informó en un comunicado la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) entre México y los Estados Unidos.

 

El organismo señaló que este tipo de eventos se presenta de manera cíclica y que la última vez que se presentó fue durante el año de 2010, “y fuera de la presencia de azolves, no hubo mayores impactos en la calidad del agua y por tanto sus usos en México.

 

APOYO DEL GOBIERNO FEDERAL DE EU

Respecto al recorte pactado por los tres estados del oeste estadounidense, el cual representa un 13% menos en los próximos tres años, el Gobierno de Joe Biden compensará con mil 200 millones de dólares –obtenidos de la Ley de Reducción de Inflación– a las ciudades, tribus nativas y distritos de las tres entidades si realmente reducen su consumo.

La comisionada de la Oficina de Recuperación de los Estados Unidos, Camille Touton, calificó el pacto como un “importante paso adelante” que evitará futuros cortes forzados.

 

El caudal del río Colorado bajó un 20% en dos décadas (Captura de pantalla en Youtube).

 

Por su parte, el presidente Joe Biden celebró el acuerdo apuntando a que se están usando recursos récord para mejorar la sostenibilidad a largo plazo del río Colorado.

 

“Es algo fundamental para construir un futuro resiliente para los estados, tribus y comunidades de todo el oeste”, declaró el mandatario tras la oficialización del acuerdo.

La Administración Biden ya había dado un ultimátum a los siete estados por los que transcurren las aguas del río –Arizona, California, Nevada, Utah, Colorado, Wyoming y Nuevo México, en donde viven 40 millones de personas– para la reducción de entre 2.500 y 5.000 millones de metros cúbicos el consumo del agua de esta fuente vital. De lo contrario, el Ejecutivo intervendría con multas.

Los siete estados no cumplieron con los plazos para elaborar un plan. Entonces, el Departamento del Interior presentó sus propias acciones propuestas en mayo, incluida una controversial que reduciría los derechos de agua de los agricultores de Imperial Valley, un condado californiano que se ha convertido en el noveno productor agrícola más grande del estado, reportando dos mil 300 millones de dólares en ventas en 2021, lideradas por ganado y lechuga.

El Distrito de Irrigación Imperial produce dos tercios de las verduras que se consumen en los Estados Unidos durante los meses de invierno y hoy anunció que reducirá el uso en las granjas en aproximadamente 250 mil acres-cuadrados por año, aproximadamente el 10% de su cantidad promedio.

Con el programa temporal de reducción, el distrito dijo espera recibir 250 millones de dólares del gobierno federal para recompensar a los productores que redujeron su labor, y el dinero podría usarse para compensar a los productores que dejan sus tierras sin cultivar.

Por su parte, el gerente de recursos del río Colorado del Distrito Metropolitano de Agua, Bill Hasencamp, informó que el acuerdo afectará a unos 19 millones de habitantes del sur de California en seis condados que reciben agua importada, pero estimó que el impacto será mínimo.

 

Jeff Dollente, del Imperial Irrigation District, abre una puerta en el Canal Redwood al norte de El Centro, el 1 de junio de 2022 (Foto: Mark Henle / The Republic vía Reuters).

 

“El distrito sacrificará 130,000 acres-cuadrados por año que generalmente recibe a través de un acuerdo de transferencia de agricultores en el Distrito de Irrigación de Palo Verde, en los condados de Riverside e Imperial. Esa agua se dejará en el Lago Mead y el gobierno federal reembolsará a los productores a razón de 400 dólares por acre-cuadrado.”

Otras fuentes hídricas también han visto caer sus niveles a mínimos críticos, como el lago Powell, por lo que las autoridades de estos tres estados, junto con el Ejecutivo federal, están tratando de poner una solución que alivie las secuelas de la crisis climática antes de llegar a una situación catastrófica.

“Este acuerdo les permitirá convertir parte de esa agua a lo que llamamos conservación del sistema, que es agua que teóricamente queda permanentemente en el sistema y ya no pertenece a esos usuarios de agua”, explicó a Reuters Sarah Porter, directora del Centro Kyl para la Política del Agua de la Universidad de Arizona.

Los científicos vienen alertando de que el aumento de las temperaturas globales está disminuyendo el caudal de los ríos. Por cada grado Celsius adicional, estiman que el flujo del río disminuya un 9% de su capacidad.

 

“Con el cambio climático, sabemos que es probable que tengamos sequías más frecuentes y más secas a lo largo de las décadas, lo que significa que es más probable que veamos este tipo de escenarios. Así que tenemos que reorganizar nuestra forma de ver el río de un modo más realista teniendo en cuenta los tiempos que corren”, dijo Felicia Marcus.

 

Pero consciente de que el pacto llega hasta 2026, la investigadora recordó que la emergencia climática avanza a una velocidad mayor de la esperada, por lo que preguntó:

“¿Será suficiente? Solo el tiempo lo dirá. Tendremos que ver si tenemos otro año de escorrentía muy pobre. El acuerdo mismo reconoce que podría estar en esa zona de peligro otra vez”.

 


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