Algunas puntualizaciones sobre el recorte presupuestal de la UABC en 2018

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Hace un par de semanas comenzó a circular una nota en donde se expone, en voz del propio Rector, que en 2018 la UABC padecería un recorte de cerca del 80% del subsidio federal extraordinario. En respuesta, decenas de ciudadanos han manifestado su inconformidad advirtiendo, entre otras cosas, que el recorte presupuestal representa un duro golpe para el motor educativo por excelencia de la región. Sin embargo, en aras de evitar confusiones, es importante abordar algunos puntos.

Ricardo Lindquist / Buhario* / A los 4 Vientos

La UABC tiene tres vías de financiamiento: 1) la generación de recursos propios; 2) el subsidio estatal y 3) el subsidio federal. La generación de recursos propios, como podrá advertirse, es el producto de distintas actividades que la universidad lleva a cabo durante todo un año para generar ingresos. Aquí, por ejemplo, podrían mencionarse actividades como la realización de proyectos de investigación conjunta (de los que la UABC obtiene un overhead del 30% del monto generado), la recepción de donativos, el cobro de las cuotas de inscripción o la venta de boletos de sorteos. A su vez, los subsidios federales y estatales son recursos que el gobierno, en ambos niveles, otorga a la universidad   (algunos con mayor eficiencia y rapidez que otros), para que desarrolle sus actividades sustantivas.

A diferencia del grueso de las universidades mexicanas, la UABC ha sido capaz de generar recursos propios considerables, en comparación con los subsidios otorgados por ambos niveles gubernamentales. Así, para el ejercicio del 2017, la UABC contó con un presupuesto de 3999 millones de pesos, el cual se compone de: 1622 millones producto del subsidio federal (40.56%), 1270 millones del subsidio estatal (31.75%) y 1106 millones generados por recursos propios (27.6%). El resto del presupuesto, menos del 1%, se genera a través de recursos federales extraordinarios, mediante el Programa de Fortalecimiento para la Calidad Educativa (PFCE) y el Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP).

Hace unas semanas el rector de UABC, el Dr. Juan Manuel Ocegueda Hernández, anunció que la institución sufrirá un recorte del 80% del subsidio federal extraordinario

Es en este último rubro, el de los recursos federales extraordinarios, en donde se realizará el recorte. De esta manera, como señalan las propias autoridades universitarias, la UABC, que hace no más de cinco años recibía cerca de 500 millones de pesos mediante este fondo, recibirá en 2018 (al igual que en 2017), menos de 100 millones. Esto es, se recorta el 80% del 1% del presupuesto (fondo federal extraordinario) y no del 40% (subsidio federal ordinario), situación que pondría en riesgo el desarrollo de las actividades básicas de la universidad.

No obstante, el recorte del fondo federal extraordinario se da en el contexto de un incremento presupuestal en la universidad. Como se observa en la siguiente gráfica, la UABC ha logrado incrementar su presupuesto en un 20% durante un lapso de cuatro años. Pasando de contar con 3212 millones de pesos en 2013 a tener en un presupuesto de 3999 millones en 2017.

Presupuesto Histórico
Es cierto, analizar de forma aislada dicho incremento, sin considerar el aumento de la matrícula estudiantil, resulta poco objetivo. Prueba de ello, es que en ese mismo lapso (de 2013 a 2017) la población estudiantil incrementó en un 11%. Para evitar este tipo de sesgos, es relevante calcular el gasto por estudiante dividiendo el presupuesto por año entre la matrícula estudiantil. No está de más aclarar que el gasto por estudiante es un parámetro para medir proporciones y no refleja el gasto real que la universidad invierte en cada uno de sus estudiantes.

Gasto estudiante.png

Como se aprecia, el incremento presupuestal se sostiene aun considerando la proporción con la población estudiantil. De hecho, resulta sorprendente que en un lapso de solo cuatro años se haya logrado elevar casi en un 12% el gasto por estudiante.

Con lo anterior, es posible esbozar algunas conclusiones. La principal, es que aun cuando el fondo extraordinario se recorte, y con éste las posibilidades de realizar algunos proyectos de investigación, la UABC no trabajará en números rojos durante 2018. Trabará, sí, con la incertidumbre que comparten sus pares en el país: la de no saber qué nuevos recortes planearán las “autoridades” políticas para engrosar sus cuentas bancarias.

No obstante, y en esto quiero ser enfático, ninguna de las decisiones que se tomen en 2018 al interior de la universidad,  en el terreno pedagógico, investigativo o de colaboración con el entorno, podrán sostenerse, como ya se ha dado muestra, arguyendo la crisis económica.

*La información sobre el presupuesto de la UABC ha sido recuperada del portal electrónico del Patronato Universitario (http://patronato.uabc.edu.mx/web/patronato-universitario/presupuesto-uabc). Mientras que la relativa a la población estudiantil se obtuvo del portal de la Coordinación de Servicios Estudiantiles y Gestión Escolar (http://csege.uabc.mx/web/csege1/estadisticas1).

Publicado con la autorización de Buhario

Link original: https://buhario.wordpress.com/2017/11/09/algunas-puntualizaciones-sobre-el-recorte-presupuestal-de-la-uabc-en-2018/


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