Adiós IFE. Bienvenido INE.
La presencia del Instituto Federal Electoral, una de las instituciones más acreditadas en nuestro país, llega a su fin no sin antes dejar como herencia una historia de éxito. Nacido en 1991 dentro de una crisis de desconfianza por las pasadas elecciones de 1988, puede afirmarse sin lugar a dudas que a lo largo de sus 21 años de existencia fue un eje muy importante para el desarrollo de nuestra vida democrática a través de los procesos electorales que le tocó organizar.
Myrna Pastrana/ A los Cuatro Vientos
Así fue como estuvo presente en las elecciones de cuatro presidentes de la república y en una de ellos, en el proceso 1999- 2000, se dio lo impensable hasta ese momento en nuestro país: la alternancia en el poder. Pero no solo eso, también a lo largo de todos los procesos que ocurrieron durante su existencia como órgano electoral, convocó y capacitó a más de 3 millones 700 mil ciudadanos para que ejercieran su derecho a participar como integrantes de mesas directivas de casilla a la vez que cumplieran con sus obligaciones ciudadanas. La construcción de una cultura democrática necesita de la participación ciudadana y en este sentido una de las tareas permanentes a través de sus programas educativos fue la de promover en el ciudadano la certeza del valor de su voto y por ello la importancia del sufragio el día de la elección, de tal suerte en el transcurso de todos los procesos electorales logró contabilizar alrededor de 288 millones de votos.
Se puede abundar en más datos sobre lo que el IFE nos deja, como fue el acercar al ciudadano para la tramitación de su credencial de elector, misma que a la fecha y a falta de una cartilla de identidad es la identificación personal por excelencia y requisito indispensable para realizar todo tipo de trámites. Sin embargo, y no obstante todo su legado, pero acorde con los tiempos que se viven, estamos presenciando el nacimiento del Instituto Nacional Electoral como parte de la reforma política y que a su vez es consecuencia del Pacto por México que firmaron los partidos políticos el pasado 2 de diciembre.
En esa tesitura y con el consenso de casi todas las fuerzas políticas , la reforma electoral a través del Instituto Nacional Electoral, trae vientos nuevos para implementarse en los próximos procesos electorales como es: el referido a la paridad de género, la posibilidad de establecer gobiernos de coalición, las candidaturas independientes, la trascendencia de la transformación del IFE por el INE, el establecimiento de las competencias que tendría el INE y los Institutos Estatales Electorales, los pendientes en la legislación secundaria, las sanciones que se pueden dar por el exceso en el gasto de la propaganda política y la reelección.
Con estas adecuaciones o nuevas reglas del juego es de llamar la atención el 50 % de las candidaturas que por ley tendrán que otorgarse a la mujer. Esto que había sido un viejo reclamo pasó de un 30, luego a un 40 y ahora el legislador da un 50% lo que va a permitir que la mujer se haga presente en los centros donde se toman las decisiones importantes del país. ya sea locales o nacionales, precisamente ahí donde se formulan las políticas públicas; además, se piensa que con esta igualación en el porcentaje de participación se evitará esa brecha tan amplia que se daba en estos campos de la participación política y en donde era común verlas contendiendo en distritos electorales que los partidos políticos consideraban virtualmente perdidos por mencionar solo un mecanismo de participación desigual pero había más.
Y un dato más, a propósito de numeralia: andan circulando alrededor de 84 millones de credenciales de elector y sólo la mica cuesta alrededor de 10 pesos, si a eso le sumamos los gastos de tecnología y personal, el costo se eleva a los 200 pesos. Este costo y el proceso federal encima no hacen viable un cambio de credencial en tales magnitudes numéricas, por lo que es probable que decidan esperar a que estas credenciales vayan perdiendo su vigencia y reponerlas gradualmente.