Ha muerto Sergio González Rodríguez
Ahora que Sergio ya no está, que sus encuentros se han cancelado de forma abrupta y definitiva, ¿qué haremos nosotros con tanta cruda corrupción y despiadada inmoralidad? ¿Con esta pesadilla sanguinolenta que no termina por colmarnos?
Rael Salvador / A los 4 Vientos
Jodido se ha puesto el asunto, ya nadie quiere ir cojo por ahí, con la verdad a cuestas: un ojo sangrando y la maleta llena de documentos que nadie se atreve a difundir.
A pesar de todo, hubo medios que asumieron el riesgo: se le publicó y se le honró, reconociendo que sus investigaciones guardan aún muchas pistas para desarticular la violencia en México.
Violencia que casi lo desarticula a él.
(Ocho años atrás, en su investigación sobre la matanza de mujeres en Ciudad Juárez, unos “sicarios lo asaltaron en un taxi y lo golpearon hasta dejarle una cojera crónica y un coagulo en la cabeza”.)
Hoy el periodismo se ha quedado sin su exponente mayor, aquel que de los huesos calcinados sacaba la llama de una joven mujer y, a partir de la integridad de la literatura, le reinstituía su bella dignidad correspondiente.
Madres y abuelas, hijas, tías y sobrinas le agradecen su intrepidez, su hombría y su valentía, de la misma forma que también se la agradecen a Roberto Bolaño, su amigo de jugada y de partida.

Madres de mujeres asesinadas perseveran en busca de justicia y contra la impunidad por tan dolorosa pandemia que azota al país. Foto: Iván Castaneira, incluida en la exposición montada en el recinto de avenida Juárez 8, alusiva a ese delito que fractura al país. Imagen del blog “Nuestras Hijas de Regreso a Casa”.
¡Caray! Esa fue su manera de ser humano con la muerte.
Muchas veces leí sus libros: “Huesos en el desierto”, “El hombre sin cabeza”, “Los 43 de Iguala” y “Campo de guerra”, Premio Anagrama de ensayo 2014; ¡maldita sea!, pero no fui tan osado como para arder en la parte más salvaje del desierto y regresar, después de cuarenta días, con la pruebas que imputan a los hijos de puta responsables de los sistemáticos asesinatos de mujeres en el estado de Chihuahua.
Un corazón de escriba, independiente y honesto, como no se había dado en el país.
Ahora la noticia golpea con su último latido la pantalla… porque así se van los que nunca temieron enfrentarse a la verdad.
* Existencialista tardío, Rael Salvador es poeta, escritor y periodista. raelart@hotmail.com