A DOS DE TRES CAÍDAS: Metamórficos o Camaleónicos en la cuarta transformación

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“Cuentan los que muchas historias saben, que un ajolote se enamoró del cielo nocturno, y que desde las profundidades del agua, pasaba el tiempo absorto viendo a la luna, las estrellas y las pálidas nubes en las noches de plenilunio.

Arturo Ruiz, El Súper Cívico / 4 Vientos

Así que una noche el imponente batracio urodelo se proyectó veloz del fondo del lago hacia la celeste oscuridad salpicada de estrellas. No midió riesgos, no atisbo peligros y sin dudarlo rompió la superficie del agua, pero sin alas le fue imposible alcanzar su sueño.

Sin rendirse en su afán, llego a orilla entre el agua y la tierra y ahí se quedó, poco a poco cambio su aspecto, desaparecieron sus empenachadas branquias externas, se esfumaron lentamente las membranas interdigitales de sus extremidades, su cola planada se hizo cilíndrica y respiro el aire nunca antes sentido con sus nuevos pulmones.

Y salió a la tierra y ahí se desplazó, descubriendo un mundo nuevo, enmarcado por el cielo que tanto amaba. Pero este le fue negado, resulto inalcanzable.

Una noche, añorando su antiguo hogar, se asomó al lago que lo vio nacer y con la luz de luna se reflejó su imagen en el espejo lacustre y se dio cuenta que ya no era él, que el tiempo y la vida lo habían transformado. Y así, la salamandra lloró lagrimas luminosas que se transformaron en luciérnagas que volaron hacia el cielo”.

En la naturaleza, la metamorfosis se presenta entre distintas especies, hay transformaciones profundas y otras menores, desde la oruga que se convierte en alada mariposa, hasta los renacuajos o tepocates que se convierten en ranas o sapos. Son estrategias evolutivas, increíbles adaptaciones fisiológicas acordes a sus cambiantes ecosistemas.

El Ajolote (Facebook)

Y otra estrategia biológica es la capacidad de mimetizarse de acuerdo al medio que lo rodeo con fines de defenderse de predadores o bien con fines de camuflagearse para atrapar a sus presas, y en este arte del camuflaje el camaleón es el rey.

Y en nuestra humana vida cotidiana, en muchas ocasiones hablamos sobre la necesidad de cambiar, de superarnos, de transformar ciertos hábitos, costumbres o criterios. De tal forma que los cambios y adaptaciones e incluso, la simulación, sometimiento y tolerancia, son formas de algunas personas para adaptarse a determinadas circunstancias culturales laborales o políticas.

Y en política, el arte del mimetismo es tan común que cambiarse de color, de camisa y de denominación partidista es cosa común y hasta aplaudible. Pero dichos cambios, desafortunadamente no siempre tienen la convicción de las ideas o los principios, sino que su objetivo es colocarse en sitiales de poder político y económico.

Y MORENA y el proceso de la Cuarta Transformación a que ha convocado el presidente Andrés Manuel López Obrador, no está a salvo de este proceso de MIMETISMO POLÍTICO ni de auténticos procesos de metamorfosis ideológica, en donde los primeros solo mudan cínica y socarronamente de un partido al otro, aunque eso implique negar su pasado y someterse al patrón en turno, actitud a la que ya estaban acostumbrados, mientras que en los segundos impera una verdadera convicción de transformar su actitud, objetivos y formas de pensar y enfrentar la vida y la política.

¿Cuantos, y de qué tipo son los políticos del PRI, PAN, MC, VERDE, Nueva Alianza, PT y de otras denominaciones que ahora abrazan la causa de MORENA, el discurso amlista y que hasta en un acto de retórica discursiva, hasta adquieren el lenguaje de la izquierda mexicana? No creo que nadie lo sepa, solo esas mismas personas que se bajaron de barcos en franca zozobra para subirse al boyante navío de MORENA.

 

Pero en fin, ese amplio movimiento nacional que busca una cuarta transformación nacional en la política y en lo cultural, debe tener sus puertas abiertas para todos, los de la izquierda de toda su vida, la de los jóvenes y personas sin partido que desde la sociedad civil organizada o de forma individual se sumaron al movimiento que llevo a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, pero también caben los que antes militaron y se sometieron al prian y a la mafia de poder.

Lo extraño por acá, en Baja California, es que casi no se escuchan ni vemos nombres de auténticos morenistas ni de personas sin pasado partidista, pero con mucha presencia en las ONGS y por el contrario lucen y retumban nombres de personajes del PRI y PAN, algunos de ellos con pasados bastante cuestionables.

Si estos ex prianistas lo hacen por un verdadero acto de arrepentimiento, de constricción ideológica y de transformar al país para beneficio de todos, pues que bien. Y si no, pues tarde o temprano enseñaran el cobre y volverán a sus andanzas y hábitos de prepotencia, soberbia, tráfico de influencias y corrupción.

Mientras tanto, en Baja California algunos nombres de quienes se sumarán a la cuarta transformación como servidores públicos de las delegaciones federales, generan desconfianza, resquemor y algunos hasta nauseas… ¿O no?

PD ¿Entenderá Bonilla que está donde está gracias al voto que jaló AMLO? No lo sé, pero sí sé que 2019 no es igual que 2018… Ni aritmética ni políticamente hablando.

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